Irene conoce a Tomi, un chico con un gran talento, mediante un diálogo tocando la armónica y el violín. En él descubre no sólo que es posible que tenga el síndrome que tuvo Mozart, sino también el poder de la música.
Anímate a leerlo, especialmente si estudias Música, te aportará una nueva visión de la misma y te sentirás identificado en algunos pasajes.
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